viernes, 24 de febrero de 2012

CAVITACIÓN ¿QUÉ ES?

La cavitación es una técnica física que se ha incorporado al mundo de la estética con el objetivo de conseguir los mejores resultados en la lucha contra la celulitis y las grasas localizadas.
Esta técnica, conocida como liposucción sin cirugía, consigue un adelgazamiento de la zona tratada mejorando además el aspecto de la piel y reduciendo la celulitis.
La cavitación es un proceso que se genera a través de ultrasonidos de baja frecuencia. Estos ultrasonidos, aprovechan el agua contenida en los adipocitos (células que  se encargan del almacenamiento de la grasa en nuestro cuerpo) para generar una burbuja de vapor. Esta burbuja, sometida a presión cosigue implosionar y, al hacerlo, rompe las paredes de la célula en la que se ha formado logrando el vertido de su contenido (la grasa en forma de diglicérido) que será eliminado a través de la orina y del sistema linfático. Es por ello que tras el tratamiento es recomendable realizar una sesión de presoterapia que facilita el drenaje de la grasa y, en los casos que el estado físico lo permita, también realizar una sesión de plataforma vibratoria a fin de facilitarla quema de la parte de la grasa que entra al torrente sanguíneo.
Nuestro equipo incorpora un sistema completamente novedoso: el control de pulso contínuo. Este sistema emite una señal que retroalimenta al equipo de modo que mide la grasa de la zona que estamos tratando y ajusta la potencia de manera automática a fin de conseguir los mejores resultados.
La cavitación se puede realizar en prácticamente todas las partes del cuerpo. La zona que mejor responde al tratamiento es el abdomen y flancos así como los glúteos. Se consiguen también grandes resultados en las cartucheras (trocánteres), rodillas, muslos y brazos donde conseguimos ver una reducción del volumen, de la grasa, de los inestéticos "hollitos" causados por la celulitis al tiempo que se produce una reafirmación de la zona.
El equipo también nos ofrece un sistema de bioimpedancia que usamos en el diagnóstico previo a fin de determinar los niveles de grasas corporales y así poder resultar más efectivos en el tratamiento.
La cavitación no debe realizarse si la persona posee problemas hepáticos, renales, sobre heridas abiertas, en personas con colesterol alto así como en personas con problemas metabólicos. Es incompatible así mismo si la persona lleva marcapasos o encima de prótesis metálicas.
Para que el tratamiento sea efectivo se deben ingerir al menos 2 litros de agua diaria ya que si el organismo no está suficientemente hidratado no conseguiremos que se forme la burbuja responsable de la ruptura de la célula ya que no habrá suficiente líquido para ello.
Los resultados son visibles desde la primera sesión y, en algunos casos, será conveniente combinar este tratamiento con otras terapias a fin de conseguir resultados óptimos para cada persona.

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