El objetivo que tenemos por delante en estos meses fríos y sin sol son fundamentalmente y por un lado reparar los efectos dañinos del verano y, por otro, proteger la piel de los estragos que los cambios bruscos y extremos de temperatura ocasionan a nuestro rostro.
Con la llegada del otoño quedan atrás y casi olvidadas las vacaciones en las que la piel se ha expuesto al aire libre y a los efectos del sol, y empieza el estrés de nuevo con la vuelta al trabajo.
En esta nueva estación tenemos reparar la piel y protegerla para afrontar las inclemencias del invierno.
Los primeros cambios que observamos en la piel es la aparición de acné, sequedad en la piel, enrojecimientos, etc. provocados tanto por el cambio en nuestros hábitos diarios (vuelta a la rutina) como por la variación de las temperaturas.
Es así que una de las primeras medidas que tenemos que tomas es hidratar correctamente nuestra piel. De esta manera le estaremos dando las herramientas necesarias para afrontar el frío invierno.
Como no todas las pieles son iguales es necesario buscar el producto que mejor se adapte a nuestras necesidades, aportando no sólo la hidratación que necesitamos sino también corrección a esas pequeñas imperfecciones que nos puedan aparecer en el rostro. Aquí es muy importante que acudáis a una persona de confianza, que conozca vuestra piel y que os sabrá recomendar lo mejor para vosotras.
En esta época también es muy importante que, además de las rutinas diarias que llevéis a cabo en casa, os pongáis en manos expertas que os realicen un tratamiento personalizado y ajustado. De este modo, la piel recibe unos cuidados más intensivos y específicos que la ayudarán a ganar una mayor hidratación y luminosidad.
Otro gran aliado para tu piel es romper con la rutina y escapar del estrés. Si no puedes escaparte de vez en cuando, haya en tu centro de belleza un lugar donde regalarte un pequeño tiempo todas las semanas, no sólo tu cuerpo te lo va a agradecer, sino también la piel de tu rostro.
Además, recuerda seguir estas pequeñas pautas:
- No fumes. Fumar genera radicales libres que tienen efectos oxidantes negativos, ya que reduce el grosor de la dermis y de la epidermis.
- Bebe suficiente agual (al menos dos litros diarios), de este modo tu ayudas a tu piel por fuera con buenos productos y tu cuerpo por dentro manteniendo el nivel óptimo de hidratación.
- Camina media hora diaria sintiendo cómo el aire revitaliza tu rostro y cómo tu cuerpo agradece la actividad física.
- Sé constante con los hábitos de limpieza de la piel ya que en esta época vuelven el acné y la piel grasa, pero además no uses productos muy agresios que la puedan resecar.
-Hidrata la piel día y noche para evitar que se reseque debido al cambio de temperaturas, a las calefacciones, etc. prestando especial cuidado a las zonas de nariz y labios, sobre todo durante los resfriados para evitar la irritación.
- Pásate por tu centro Cellulem Block y elabora con tus asesoras un calendario de belleza que incluya cuidados específicos para tu rostro y para tu cuerpo y respeta tus citas al máximo, es un tiempo especialmente dedicado y apartado para tí, todo el mundo te lo agradecerá.
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